- La Ciencia Ciudadana, permite a los voluntarios contribuir a la solución de la basuraleza mediante la obtención datos esenciales para enfrentar este desafío.
- Los esfuerzos de la ciudadanía muestran una reducción significativa de residuos en las playas europeas, con un descenso del 34% entre 2015 y 2021.
- Acciones como el “1m2 por las playas y mares” del Proyecto LIBERA moviliza a miles de voluntarios cada año, poniendo en valor la importancia de la participación ciudadana en la protección de nuestros ecosistemas marinos.
Vivimos en un mundo cada vez más consciente de las problemáticas ambientales, y los residuos en nuestras costas y mares se han convertido en un tema central que no podemos ignorar. La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, 2023) mantiene que la acumulación de residuos en las playas y océanos afecta a la biodiversidad, a la salud humana y a la economía, especialmente en zonas que dependen del turismo y la pesca.
Sin embargo, la participación de los ciudadanos a través de la Ciencia Ciudadana está demostrando ser una herramienta fundamental para abordar este problema.
Desde el 21 de septiembre hasta el 6 de octubre tendrá lugar la campaña de recogida de “1m2 por las playas y mares” del Proyecto LIBERA de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes. Se trata de una de las muchas acciones que están contribuyendo a la reducción de basuraleza en nuestras costas y espacios naturales. Estas batidas de limpieza no solo tienen un impacto directo en la eliminación de la basura dispersa, sino que también promueven la sensibilización y educación ambiental entre los voluntarios.
Además, aplicaciones como MARNOBA, desarrollada por la Asociación Vertidos Cero, y eLitter, una iniciativa conjunta de Vertidos Cero, Paisaje Limpio y el Proyecto LIBERA, que permiten a los ciudadanos registrar los residuos encontrados durante las limpiezas, están desempeñando un papel crucial en la obtención de datos vitales para entender mejor el problema de la basuraleza y buscar soluciones efectivas a largo plazo.
Los resultados de estas iniciativas ya son evidentes. Los datos recopilados por las aplicaciones MARNOBAy eLitter, entre 2017 y 2023, reflejan una reducción de aproximadamente un 30% de la basura dispersa tanto en playas como en espacios naturales de ámbito terrestre. Este avance subraya el impacto positivo de la participación ciudadana y la implementación de políticas eficaces de gestión de residuos, resaltando el poder de la colaboración entre ciudadanos, organizaciones y gobiernos para afrontar este desafío ambiental.
Según un informe de la Marine Conservation Society (MCS, 2024), los voluntarios que participan en su encuesta anual de limpieza encontraron solo una bolsa de plástico por cada 100 metros de costa el año pasado, comparado con cinco bolsas encontradas en la misma longitud de playa en 2014. De repetirse esta cifra en los próximos meses, habría comenzado a reducirse un 80% la cantidad de bolsas de plástico abandonadas en las playas del Reino Unido. Esta mejora podría deberse a varios factores, entre ellos la introducción de un pequeño cobro obligatorio por el uso de bolsas de plástico, así como a una mayor concienciación y movilización de la población.
De manera similar, en el resto de Europa, se ha observado una reducción media del 34% en los residuos de las playas entre 2015 y 2021, según Pilar Zorzo, presidenta de AEBAM.
Estos datos son una clara evidencia de que la combinación de políticas efectivas y la movilización ciudadana puede generar cambios sustanciales en la protección de nuestros ecosistemas marinos.
La Ciencia Ciudadana no solo permite recolectar datos cruciales para la investigación, sino que también fomenta la responsabilidad entre los voluntarios. Iniciativas como “1m2 por las playas y mares”, MARNOBAy eLitter son ejemplos de cómo la colaboración entre organizaciones, gobiernos y ciudadanos puede contribuir a un cambio positivo en nuestra sociedad y en el medio ambiente.
Es el momento de unirse a acciones inmediatas y efectivas, la Ciencia Ciudadana se posiciona como un elemento clave para construir un futuro en el que la basuraleza sea cosa del pasado. Sin embargo, para que estas iniciativas sean verdaderamente efectivas, es crucial que los voluntarios comprendan la importancia de su contribución individual. La autoeficacia, o la creencia de que sus acciones pueden generar un impacto real, es esencial para mantener la motivación y asegurar que cada esfuerzo, por pequeño que sea, contribuye a un entorno más limpio y sostenible. Por ello, invitamos a todos los ciudadanos a unirse a estas iniciativas y a aportar su granito de arena en la lucha por un planeta más limpio y saludable, sabiendo que cada acción cuenta.