Desde hace prácticamente un año, las mascarillas forman parte de nuestra vida, y cada vez es más frecuente encontrarlas abandonadas en espacios urbanos y naturales, emergiendo como un nuevo residuo, reflejo de un estilo de vida marcado por la COVID-19. Generan un efecto visual molesto, pero mucho más importante es el impacto ambiental y el potencial peligro para la salud que puede llegar a ocasionar su abandono.

Dada la recurrencia de este “nuevo” residuo, las asociaciones Vertidos Cero y Paisaje Limpio, junto al Proyecto LIBERA, han realizado su seguimiento a través de las herramientas de ciencia ciudadana, eLitter y MARNOBA, aplicaciones móviles cuyo objetivo es conocer el abandono de residuos en los entornos naturales. Los datos recogidos han contado con la colaboración ciudadana que registró las mascarillas y guantes que encontraron durante sus acciones de limpieza en el medio natural durante el año 2020.

Gracias a estos datos aportados por estos grupos de voluntarios se ha establecido una comparativa entre este tipo de residuos, clasificados como “Residuos Médicos” en las aplicaciones eLitter y MARNOBA, durante los años 2019 y 2020.

El resultado obtenido en 2019 arroja un total de 287 objetos recogidos correspondientes a “Residuos Médicos”; mientras que en 2020 la cifra alcanzó los 1579 objetos recogidos en esta misma categoría, produciéndose así un incremento de más de un 300% a lo largo del periodo de pandemia.

La gráfica resultante muestra cómo en 2019 la línea correspondiente a “Residuos Médicos” es prácticamente horizontal con valores que no superan una media de 2 objetos al mes, mientras, en 2020, la línea aumenta significativamente su pendiente.

El seguimiento del abandono de este tipo de objetos derivados de la pandemia se mantendrá a lo largo de 2021 para constatar esta tendencia y medir su evolución una vez superada la pandemia, así como su persistencia y movilidad en el medio.