La asociación Paisaje Limpio y P&G colaboran desde hace años para concienciar a la población sobre la problemática de las basuras marinas.
La sencilla guía que ha contado con el apoyo de Fairy, Evax, Ausonia y Tampax incluye, entre otros aspectos, recomendaciones sobre qué hacer con los residuos generados en las playas y dónde deben depositarse adecuadamente.
Para Paisaje Limpio, nuestras costas son merecedoras de particular atención debido a su amplio uso recreativo y, por tanto, a su mayor riesgo de contaminación. Por esta razón, la Asociación ha desarrollado una Guía de Buenas Prácticas en Playas que, junto al mensaje “En el mar deja solo tu estela”, tiene como fin promover el comportamiento cívico y el máximo respeto con el medio ambiente entre sus usuarios.
La Guía pone el foco en los objetos encontrados de forma recurrente en playas, tomando como base los resultados obtenidos por el Programa de Seguimiento de Basuras Marinas del MITECO (2019), que reflejan que algunos de los residuos más habituales son colillas, tapones de botellas, bolsas de snacks, envoltorios, palos de chucherías y helados, entre otros. Además, debido al marco de la COVID-19 en el que nos encontramos, el documento también incluye objetos como mascarillas, guantes y envases de geles hidroalcohólicos. El objetivo final es concienciar al ciudadano sobre qué hacer con los residuos generados en este medio y dónde depositarlos de forma adecuada para su correcta gestión. P&G mantiene un firme compromiso con la sostenibilidad, que aplica de manera transversal tanto a nivel corporativo como a través de sus marcas mediante el impulso de diversos proyectos e iniciativas. De hecho, la compañía participó en la creación y financiación de la Alianza por el Fin de los Residuos Plásticos y trabaja activamente con distintos partners, tanto a nivel global como local, para encontrar soluciones al desafío medioambiental. En esta ocasión, la guía ha contado con el apoyo de sus marcas Fairy, Evax, Ausonia y Tampax.
El impacto de la basura marina no sólo es estético o socioeconómico, sino que, amenaza la salud humana y la seguridad, además de presentar efectos negativos sobre los organismos marinos y los hábitats (MITECO, 2018). Se estima que entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas de plástico terminaron en los océanos del mundo desde fuentes terrestres sólo en 2010 (Jambeck et al., 2015).
Aplicar la correcta disposición de los residuos junto con la reducción, la reutilización, la reparación y el reciclaje de lo que generamos, son conductas que todos deberíamos poner en práctica en nuestro día a día.