CARACTERÍSTICAS
El aluminio es el tercer elemento más abundante de la corteza terrestre, después del oxígeno y el silicio, y el segundo de los metales. Cerca de un 8% de la litosfera está formada por aluminio y su presencia ya fue detectada por los romanos, aunque la primera reducción no se obtuvo hasta el año 1825.
En poco más de 100 años, su consumo ha llegado a ser del orden de 25 millones de toneladas anuales y hoy en día es el metal no férreo de uso más extendido en el mundo. Gracias a sus propiedades, que lo hacen insustituible en múltiples aplicaciones, está presente en sectores tan diversos como la alimentación, el transporte, la construcción, la electricidad, la medicina, los envases y embalajes, etc. Las características más destacables son:
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Superficie metálica clara y fácilmente coloreable.
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Baja densidad, lo que lo hace muy indicado para la construcción de vehículos aerospaciales.
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Ligero y maleable.
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Bajo punto de fusión.
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Resistente a la corrosión, cualidad por la que es muy apreciado en construcción.
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No magnético.
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Impermeable al agua y a los olores, cualidad indispensable para envases.
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Gran poder reductor.
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Alta conductividad térmica y eléctrica.
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Al combinarlo con otros metales puede dar lugar a infinidad de aleaciones, algunas de ellas con propiedades mecánicas comparables a las del acero pero con la tercera parte de densidad. Aparte de las aleaciones, con aluminio también se fabrican materiales compuestos.
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Fácilmente reciclable. De hecho, el aluminio se recicla desde su fabricación y es una actividad normal, técnicamente resuelta y rentable que conlleva beneficios tanto económicos como medioambientales.
ALUMINIO Y ENVASE
El aluminio cumple todas las exigencias del envase moderno por lo que su utilización en este sector es cada vez más importante.
Las propiedades más importantes del aluminio, aplicadas al sector de los envases y embalajes, son las siguientes:
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Es resistente, se puede deformar sin romperse y ofrece la máxima protección como efecto barrera contra gases, incluso en espesores muy pequeños, lo que permite alargar la vida de los productos. Por ejemplo, un sólo gramo de una hoja de aluminio alarga la vida del alimento varias veces.
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Es inerte a la interacción con el contenido, y en el caso de materiales muy agresivos se puede recubrir con lacas sanitarias o películas de polímeros de alta inercia.
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Se decora y/o imprime con facilidad y, en muchos casos, el color brillante del metal forma parte de la decoración del envase, es decir, no se recubre en algunas zonas por lo que el consumo de productos de decoración es menor por unidad.
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Los envases de aluminio no requieren laboriosas preparaciones de superficie, no se oxidan, son fáciles de abrir (la tapa de fácil apertura fue inventada por el aluminio, e incluso los botes de bebidas de hojalata llevan la tapa de aluminio) y, además, es el más ligero de los metales de aplicación industrial, con el consiguiente ahorro de energía en el transporte.
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Algunos ejemplos de envases de aluminio son los latas de bebidas, el papel de aluminio, los aerosoles, las bandejas de catering, envoltorios de medicamentos, etc. También existen envases compuestos que llevan aluminio como es el caso de los tetra briks (formados por papel, polímero y aluminio) o bolsas de chips (polímero y aluminio).
Los métodos analíticos que se utilizan en el diseño y la fabricación de las latas de bebidas son los mismos que en la ingeniería espacial.
Fruto de este sofisticado trabajo, una lata de aluminio pesa hoy tan solo 13,6 gramos, cinco menos que lo que pesaba en los años sesenta, cuando empezó a fabricarse (la primera lata de aluminio salió al mercado en 1958 en Estados Unidos). Contiene 340 gramos de líquido y posee aproximadamente el mismo diámetro y altura que el vaso tradicional. Una lata así, cuyas paredes son más delgadas que dos hojas de una revista, puede soportar tres veces la presión de un neumático de coche.
RECICLADO DE ENVASES DE ALUMINIO
Los envases de aluminio se depositan en el contenedor amarillo junto con los envases de plástico, bricks y otros metales. Cuando llegan a las platas de tratamiento de envases, pueden separarse de forma manual o mediante separadores magnéticos basados en el efecto de las corrientes inducidas (o de Foucault).
Mediante esta técnica, los residuos de aluminio salen proyectados de la cinta transportadora, los de acero quedan adheridos y los restantes materiales no son afectados. Esto permite que los residuos queden separados en tres fracciones que van a parar a contenedores distintos.
Esta misma tecnología se emplea en plantas de tratamiento de basura o plantas de recuperación de residuos férricos y no férricos.
VENTAJAS DE RECICLAR ALUMINIO
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Al producir aluminio a partir de chatarra existe un ahorro del 95% de la energía si se compara con la producción a partir del mineral.
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En el proceso de reciclado no cambian las características del material ya que se obtiene un producto con las mismas propiedades. Además, el aluminio puede reciclarse indefinidamente y sin disminuir la calidad del mismo.
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El 100% del material puede ser reciclado.
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En el proceso de reciclado de latas no hay que eliminar otro tipo de materiales , ya que tanto la tapa como la lata son de aluminio; en general, un producto es más fácil de reciclar si está compuesto por un único material.
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Las latas vacías se pueden aplastar fácilmente, ocupando muy poco volumen, por lo que son fáciles de transportar.
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El reciclado es un proceso rentable porque el aluminio es un metal valioso : por ejemplo, las latas de bebidas usadas recogidas alcanzan un alto valor en el mercado.
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Reutilización indefinida: El aluminio recuperado, una vez seleccionado y prensado, se funde y con él se fabrican nuevos lingotes de aluminio que se utilizan para cualquier aplicación.
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El reciclado del aluminio es un proceso complejo, en el que intervienen diversos factores. Tanto sus canales de recuperación como sus aplicaciones y mercados presentan múltiples posibilidades. El papel del recuperador se convierte en fundamental ya que se encuentra en el centro del “ciclo” y colabora en forma decisiva para darle el mejor uso posible a un material que puede ser reciclado prácticamente en un 100%
El aluminio usado llega principalmente por dos canales: de los desechos del consumo, ya sea doméstico o industrial (por ejemplo, cables eléctricos, planchas litográficas , latas de bebidas, otros envases y embalajes, desguace de vehículos, derribos, etc.) y de los recortes y virutas que se producen durante la fabricación de productos de aluminio. Por lo tanto, para los recuperadores mayoristas, pueden haber diferentes tipos de proveedores: la industria en general, fábricas, pequeños talleres, plantas de selección, minoristas o mayoristas, poniéndose de manifiesto una creciente internacionalización de este sector.
Existen muchos tipos de aluminio distintos que se comercializa en el mercado de la recuperación, pero se pueden agrupar básicamente en cuatro: los productos laminados (planchas de construcción, planchas de imprentas, papel de aluminio, partes de carrocerías de vehículos…), los extrusionados (perfiles para ventanas, piezas para vehículos…), los aluminios moldeados ya sea por gravedad o por inyección (piezas para motores, manubrios de las puertas , etc.) los trefilados para la fabricación de cables y otros usos.
La industria también clasifica el aluminio en primario, cuando se extrae de su mineral bauxita, y de segunda fusión, cuando su materia prima básica son las chatarras y recortes de aluminio provenientes de aluminio ya usado y de recortes de fabricación. Se utiliza aquí el término “chatarra” en sentido amplio, como desechos de productos metálicos ya utilizados, conscientes de que el sector recuperador aplica principalmente este término a los desechos de productos de hierro y acero.
EL PAPEL DEL RECUPERADOR
Una vez llega el aluminio usado al recuperador, éste se encarga de darle la preparación óptima para su comercialización. En el caso de los mayoristas, por ejemplo, tratan de estandarizar la calidad del material para el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales que existen en el sector. Para ello, el comerciante de chatarras tiene que preparar el aluminio, separándolo de los restos de otros metales y materiales por diversos métodos (manualmente, fragmentado, triturado, cizallado, etc..). Es importante una buena clasificación del aluminio, para poder darle la mejor salida posible. La chatarra suele ser prensada, ya que de esta forma el transporte resulta mucho más fácil. Tras estos necesarios procesos, se lleva el material a una fundición, que puede darle el mismo uso de origen, o usarlo para fabricar otros objetos.
Después el fundidor o refinador lo convierte, mediante fusión, en lingotes, tochos, productos de desoxidación…etc.
Como se ha comentado antes, hay muchos tipos de aluminio recuperado, y cada calidad puede tener salidas diferentes. Según la pureza del material, éste será utilizado para una aplicación u otra. Dentro de los productos laminados, nos podemos encontrar, por ejemplo, con las latas, que se pueden usar para fabricar aluminio refinado para volver a hacer latas si son nuevas o han sido muy bien clasificadas a su llegada al recuperador y otros productos de aluminio.
También, dentro de los productos laminados, están lo recortes de fabricación de muy diversas aleaciones, que pueden ser utilizados ara fabricar lingotes de la misma o de diferentes aleaciones.
El aluminio de chapas litográficas y cables eléctricos, es un aluminio muy puro por lo que su aplicación en el reciclado es bastante amplia, utilizándose para la fabricación de aleaciones de alta pureza o, mediante mezcla, para reducir los porcentajes de aleantes presentes en otras chatarras recuperadas. Dada la versatilidad de utilización de estos materiales de alta pureza, su precio es el más caro del mercado de la recuperación.
El aluminio “cárter” procedente de llantas de coche, culatas, bloques o cárteres de motor, piezas de fundición, etc., se destina a la fabricación de lingotes con destino a ser fundidos y moldeados, siendo el porcentaje más alto de los lingotes que se producen por las plantas de segunda fusión, aproximadamente un 70% del total de su producción. Las mismas salidas tienen las virutas de aluminio, procedentes del torneo de piezas fundidas.
COMERCIALIZAR CON ALUMINIO
A la hora de comercializar con el aluminio, hay que tener en cuenta los factores que influyen en su precio. A priori, el más cotizado será siempre el material más puro, como es el caso del aluminio cable, que contiene un 99,7% de pureza, por lo que se puede destinar para cualquier otro uso. Es decir, cuanto más puro es el material, más salidas puede obtener.
El precio está condicionado, además, por los diferentes materiales aleados que contiene la chatarra. También una parte del aluminio recuperado, en efecto, puede tener revestimientos , lacados, etc., con lo que su precio es más bajo por el efecto de las mermas y por los sofisticados sistemas de filtrado de humos que encarecen el reciclado. También hay que tener en cuenta que el aluminio está sujeto a la cotización de la Bolsa de Metales de Londres o LME y del dólar diariamente.
Este hecho condiciona también el proceso del reciclaje, ya que cuando los precios caen se recupera menos material. En cualquier caso, gracias a que cotiza en Bolsa (LME), el del aluminio es un mercado abierto, por lo que los precios son los mismos en cualquier parte del mundo. Eso sí, la ley de la oferta y la demanda, como en cualquier otro sector, es la que dicta las pautas en cada momento.
EL REFINADOR
Las refinerías de aluminio son el último eslabón de la cadena de reciclaje de este material. Normalmente sus compras exceden las 10 toneladas, por lo que sus suministradores son siempre recuperadores mayoristas. Cuando se ha llegado a un acuerdo de compra con ellos, se realizan análisis generales de la materia prima para verificar sus características. Además, cuando el material entra en la refinería, también se analizan muestras de cada camión para evitar introducir en el horno sustancias no indicadas para el proceso de producción de la refinería.
En estas instalaciones, si funden latas de aluminio, por ejemplo, o cualquier otra chatarra con revestimiento, se produce la combustión de los mismos, siendo captados los productos de la combustión mediante unos filtros especiales por los que pasan los humos y así evitar la contaminación atmosférica. Para fundir este tipo de material se necesitan hornos especiales provistos de instalaciones de filtraje, que normalmente son más costosas que el propio horno. El producto final de las refinerías son los lingotes de aluminio, de medidas y aleación según la demanda del cliente.
El reciclado de un material es actualmente una de las vías más seguras para respetar el medio ambiente y evitar un abuso desconsiderado de los recursos naturales. Desde hace décadas la concienciación ciudadana en torno al reciclado de productos que utilizamos en nuestra vida cotidiana ha ido en aumento. Todo un logro. De todos los materiales que se reciclan existe uno en el que esta actividad es cada vez más rentable y sus múltiples propiedades lo convierten en un material moderno de gran futuro: el aluminio.
El aluminio es como un almacén de energía (15 kWh/Kg), por ello tiene un gran valor que no puede desperdiciarse y su reciclado se traduce en recuperación de energía. Además, es un material muy valioso como residuo, lo que supone un gran incentivo económico. Las propiedades que hacen del aluminio un metal tan provechoso son: su ligereza (sobre un tercio del peso del cobre y el acero), resistencia a la corrosión (característica muy útil para aquellos productos que requieren de protección y conservación), resistencia, es un buen conductor de electricidad y calor, no es tóxico, buen reflector de luz (idóneo para la instalación de tubos fluorescentes o bombillas), impermeable e inodoro, y muy dúctil. Además, el gran atractivo es que se trata de un metal 100% reciclable, es decir, se puede reciclar indefinidamente sin que por ello pierda sus cualidades.
En Europa, el aluminio alcanza tasas de reciclado muy altas que oscilan entre el 50% en envases, el 85% en construcción y el 95% en transporte. Todo ello se traduce en una producción anual en torno a los 4 millones de toneladas de aluminio reciclado en Europa.
USO DEL ALUMINIO POR SECTORES: